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Diario YA


 

Irán: La perla de Oriente

JESUS BUITRAGO

Lo más importante a la hora de hacer la maleta para Irán es dejar fuera de ella las opiniones formadas y los prejuicios. Este país, el más dominante de la región por dimensiones y demografía, siempre ha sido foco de discordia desde la caída del Sha de Persia en 1979. Los Ayatolas se hicieron con el poder y no lo han soltado desde entonces estableciendo un régimen muy hermético que tiene sus beneficios y también algunas cosas perjudiciales.

Ante estos comentarios seguro que relacionas el asunto con terrorismo o inseguridad y es todo lo contrario. Irán quizá sea uno de los países más seguros del mundo. Te puedes perder en sus ciudades a altas horas de la noche que no te va a pasar nada. En nuestro caso, recomendamos sin duda perderse en la antigua capital Isfahán y la segunda plaza (Naqsh e Yahán) más grande que existe en el mundo. Irán tiene cientos y cientos de rincones únicos que merecen la pena que descubras por ti mismo durante tu visita.

Y si a eso le añadimos que la comida es espectacular, los mercados impresionantes y las carreteras de primer nivel (sí nos desplazamos 800 kilómetros en autopistas)... ¿qué tiene que mejorar? Hay dos aspectos esenciales que hay que aceptar. El dinero hay que llevarlo encima contante y sonante porque no existen cajeros que nos permitan sacar dinero y nuestras tarjetas de crédito tampoco funcionan. Lo aconsejable es tener cash y cambiar conforme sea necesario. No te preocupes por los precios porque el país es barato. Y cuidado que los dólares tampoco valen.

El otro aspecto chocante para nuestra cultura reside en el trato que se brinda a las mujeres. Ellas, y aquí si que es evidente, disponen de unos derechos limitados que les obligan a ir cubiertas de cabeza a cuerpo completamente dando igual la temperatura que haga en la calle y la que lo incumpla que se atenga a las consecuencias (habitualmente una detención). Pero no sólo en ese aspecto las mujeres lo tienen complicado. La segregación se establece hasta en las mezquitas, donde no pueden entrar por la misma puerta que los hombres.

¿QUÉ VER?

Estos aspectos se acentúan conforme estás más lejos de la capital Teherán, una ciudad que cuenta con un barrio semibohemio llamado Darband que te hará enamorarte. Aunque en la capital no falta lujo como demuestra el Palacio de Golestán, un lugar patrimonio de la Humanidad y que rebosa lujo en cada esquina. Salas imperiales, pan de oro o espejos inmensos componen los aposentos de un lugar que te dejará con la boca abierta al ver como vivían los Sha. Su fama les precede y no es para menos.

Pero no sólo brilla Teherán dentro de Irán, el camino a ella es esplendoroso bajando hacia el sur. Kashan era utilizada antiguamente como un oasis y, aunque existen mezquitas de alta belleza, lo que distingue a esta ciudad del resto reside en el subsuelo con sus tradicionales casas metidas cinco metros de profundidad. Tabatabaeis, Abbasi o Boroujerdi entrañan algunos ejemplos de este tipo de construcciones para sobrevivir al desierto.

En el centro de país emerge la antigua capital, Isfahán, con su impresionante plaza de Naqsh e Yahán, el centro neurálgico de todo. Allí podrás caminar entre mercados, mezquitas, palacios y fuentes imperiales que te dejarán sin palabras. Querrás que el tiempo se detenga ante tan magnífica belleza. Tampoco dejes de ver la Mezquita del Imán Jomeini y su peculiar arquitectura doblada.

Por supuesto no nos vamos a olvidar recomendar una visita a la gran Persépolis –increíble que nos la encontráramos semivacío y que se ve en una mañana- donde todo esta conservado al más mínimo detalle. No tiene nada que desmerecer a otros grandes monumentos de la zona con Petra, pero en este caso te recomendamos que disfrutes y te dejes llevar por un conjunto histórico lleno de matices y detalles increíbles.

Y siguiendo al sur, ya llegamos al punto final de nuestro viaje, la acogedora Shiraz, con sus inmensos jardines y sus históricas mezquitas. La zona de Vakil, que tiene con el mismo nombre bazar, baños y mezquitas es de un sublime, tiene la etiqueta de imprescindible. Tampoco te puedes perder la colorida mezquita Nasir ol Molk, la Fortaleza de Karim Khan y el Mausoleo Shah-e Cheragh, lugares que se te quedarán grabados a fuego en la mente.

Gracias a Iran Free Tours, nuestra experiencia en Irán fue espectacular e inolvidable. Es una agencia que se mueve por todo el país y que nos trató a las mil maravillas. Fátima y su marido Mostafa hacen un gran equipo involucrándose en todo momento para hacer una visita lo más personalizada posible consensuando un plan de visita y siempre buscando la comodidad de sus clientes.

Durante nuestra estancia en Irán, nosotros nos sentimos como en casa gracias a que los guías locales de Iran Free Tours son gente muy cercana y de la que se aprende a cada paso que das por ciudades y monumentos. El modus operandi de esta compañía consiste en proporcionarte un conductor que te mueve de ciudad en ciudad, un guía local en cada de destino y un hotel de máximas garantías para disfrutar de un plácido viaje. Su atención por el cliente alcanza cotas impresionantes llegándote a prestar dinero si te ocurre algún imprevisto, como a nosotros nos aconteció con los cajeros.

Sin duda, Irán es uno de los países más desconocidos del mundo por su hermetismo. Los propios autóctonos desearían una apertura más grande de cara al mundo porque saben que podrían vivir del turismo con unas condiciones espectaculares. Otro consejo para que no te pierdas nada del país. Bájate una VPN para el móvil antes de llegar si quieres tener conexión a Facebook, Twitter o demás redes sociales. Te reirás al saber que Instagram si está abierto al pueblo y que es una red que suscita ciertas envidias con los países vecinos (ven que tienen un nivel de vida superior en el Golfo).

Irán merece la pena por un montón de motivos, aunque lo más impresionante es su gente. Una escena en Isfahán resume a la perfección donde estamos todavía. Plaza central de la ciudad, un montón de familias haciendo picnics incluidos los jóvenes de 20 años, no hay discotecas ni alcohol ni nada con lo que socializar. Sólo la conversación y la luz de la luna. Y de algo tan simple salen familias y familias.

PARA MÁS INFORMACIÓN :::

• IRAN FREE TOURS (www.iranfreetours.ir)