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Diario YA


 

El libro descubre como un puñado de hombres llevaron a cabo la mayor hazaña que jamás ha conocido la Historia

Los Invencibles de América

"Los Invencibles de América" (Editorial Gran Capitán) se presentó en el emblemático Casino de Madrid, en loor de multitudes. Y no es para menos. La esperada obra de Jesús Á.Rojo ha visto la luz un año después de publicar el bestseller "Cuando Éramos Invencibles" y promete no dejar indiferente a nadie.

Porque hablamos de un libro en el que confluyen multitud de incentivos para ser leído. Una obra que seduce al primer golpe de vista por su temática, el lenguaje sencillo y didáctico, la precisión en los datos y, cómo no, en su estética visual ("Los Invencibles de América" contiene ilustraciones del considerado para muchos, el mejor pintor de batallas del mundo, Augusto Ferrer Dalmau). A todos esos suculentos alicientes, se les debe sumar el prólogo, obra de Su Alteza Real Don Luis Alfonso de Borbón, descendiente directo de los Reyes Católicos, quienes promovieron la mayor empresa que ha conocido la historia: El Descubrimiento del Nuevo Mundo. Tampoco se puede soslayar en este recuento de virtudes, el epílogo de "Los Invencibles de América", escrito por Don Juan José Marcilla Valcárcel Teruel-Moctezuma, Duque de Moctezuma, descendiente primogénito del emperador Moctezuma II y uno de los principales protagonistas de ese hecho histórico.

El libro descubre como un puñado de hombres llevaron a cabo la mayor hazaña que jamás ha conocido el ser humano: el Descubrimiento, Conquista y Evangelización del Nuevo Mundo. La obra analiza por qué los españoles se avergüenzan de ser herederos de las más fascinantes y valientes gestas que ha registrado la historia, denunciando que la labor de España en América ha sido intolerablemente castigada por falsos veredictos. El ejemplo más claro de estas mentiras, lo encontramos en la idea generalizada de que Moctezuma y toda su familia fueron masacrados por los españoles, cuando en la actualidad, su linaje persiste, no sólo en México sino también en España, donde incluso ostentan títulos nobiliarios.

Para el escritor madrileño resultaba fundamental ubicar a los conquistadores españoles en el merecido lugar que les corresponde en la historia. “Los Invencibles de América” es una obra que trata de hacer justicia a nuestros héroes olvidados, (con objetividad, sin sectarismos) al recuerdo de aquellos hombres de acero que un buen día acometieron la empresa más épica que recuerda la Humanidad: El Descubrimiento de América. Jesús Á.Rojo se encarga de recordarnos que los artífices de tan mayestática gesta fueron héroes que detentaban nacionalidad española, pese a lo que la Leyenda Negra trata de seguir ocultando y distorsionando. En su introducción, se encarga de desmitificar punto por punto, los complejos que sigue padeciendo la sociedad española cuando se habla del Día de la Hispanidad. Valiéndose de datos perfectamente contrastados, el autor de “Cuando Éramos Invencibles” se ocupa de poner en cuestión todos los tópicos que confluyen en el Descubrimiento del Nuevo Mundo. Por eso, resulta primordial acudir a esta obra para descubrir que en la Conquista de América no hubo un genocidio y sí un mestizaje, como se encarga de aclarar el escritor madrileño apelando al rigor histórico y al sentido común.

Nos narra también este ensayo histórico cómo los españoles forjaron la mayor nación mestiza del mundo: Hispanoamérica. Sin la valentía, gallardía y pericia de los conquistadores españoles, hoy en día, Cuba, México, República Dominicana, Ecuador, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Panamá, Perú, Chile, Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica, no existirían. En “Los Invencibles de América” se puede advertir la influencia española en cada rincón del Nuevo Mundo: “(…) Sobre las ruinas del mundo precolombino los españoles levantaron una construcción histórica grandiosa que, en sus grandes trazos, aún está en pie. Unieron a muchos pueblos que hablaban lenguas diferentes, a través de leyes e instituciones jurídicas y políticas pero sobre todo, por la lengua, cultura y religión (…)” (Octavio Paz).

Augusto Ferrer-Dalmau, el mejor pintor de batallas del mundo, se le debe el mérito, con sus certeras y realistas pinturas, de la puesta en escena del libro. Sus ilustraciones ubican al lector en otros mundos, lejanos, exóticos comparable a los trabajos realizados por los mejores fotoperiodistas del mundo. Si a Robert Cappa se le deben las mejores fotos de la Guerra Civil Española, a Augusto Ferrer Dalmau hay que reconocerle ser el mejor cronista en imágenes del Descubrimiento de América. Hay mucha información contenida en sus cuadros que engarzan a la perfección con la prosa del autor. No sólo del rigor histórico y de la reivindicación vive “Los Invencibles de América”. En sus páginas hay mucho espacio para la aventura, para el amor, para la traición, para la amistad, para la conspiración…Jesús Á. Rojo intenta ilustrar entreteniendo, convirtiendo un ensayo histórico en un libro de aventuras donde se exalta la acción, el valor y la bizarra resistencia de sus protagonistas. Se vale de unos personajes tan reales que, como dice el tópico, superan a todas luces la ficción. Conocerás la increíble hazaña de Hernán Cortés, el arrojo de Francisco Pizarro, la gallardía de Hernando de Soto, la audacia de Pedro de Valdivia, el amor de leyenda de Núñez de Balboa y Anayansis, la inteligencia de Malinche , la fantasía de Ponce de León, la maldición de Moctezuma, la fortaleza de Cabeza de Vaca, el valor de Francisco de Orellana, la furia de Lautaro, el coraje de Benálcazar, la resistencia de Garabito, el sueño de El Dorado, la ira de Rumiñahui y la búsqueda de las legendarias ciudades de Cíbola, entre otros fascinantes episodios de la Conquista.

En resumen, “Los Invencibles de América” desprende una indisimulada veneración por Hispanoamérica y por todos aquellos hombres que se empeñaron en crear una civilización que aún perdura pese al inescrutable paso del tiempo y a la Leyenda Negra, que Jesús Ángel Rojo ha tratado de aplacar, consiguiéndolo…