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Patriotismo ruso y Crimea: maravillosa península de Rusia

Daniel Ponce Alegre. Crimea es un país maravilloso, sólo comparable con mi amada " Bella Sicilia ", con un suave clima, hermosas playas, cascadas de agua cristalina, afiladas montañas, y bahías pintorescas, acogedoras e inspiradoras de la Bondad de Dios para con sus criaturas. Es un país de palacios reales y castillos aristocráticos, de inexpugnables fortalezas y pueblos enteros repletos de cuevas, monasterios y templos cristianos centenarios, y en algún caso milenarios.

Es una tierra única. Entre las ciudades destaca Yalta. Con su paseo marítimo y fantástica Poliana skazok ( en español " el lugar de los cuentos ); el famoso Palacio Vorontsov, obra maestra del paisaje; el jardín Botánico Nikitsky; los bellísimos templos e iglesias cristianas de estilo oriental propio, ortodoxo cristiano, romano-oriental o bizantino, y desde hace más de 500 años, ruso; la gran arquitectura del Museo - Palacio de Massandra; y la impresionante maravilla natural de la cascada de Uchan - Su.

Junto con Yalta destacan Sevastopol, la ciudad con más monumentos militares, y el pueblo de Gaspra " El Nido de las Golondrinas ", enclavado sobre la empinada roca de Arorinsky y que está considerado como el Emblema Original de Crimea. Bellísimas ciudades, aún siendo más pequeñas y quizás por eso aún más bellas son: Alupka, con diferentes estilos arquitectónicos orientales; Balaclava, conocida por su fortaleza medieval clave frente a los turcos otomanos; Bahchisaray, destacada ciudad por su Monasterio de Sviato - Uspensky y por el Museo del Palacio de Khan ( líder tátaro-mogol del Khanato de Crimea - S.XV - de ascendencia persa, al igual que la bellísima tierra rusa de Chechenia, con su capital Grozny, en homenaje a Iván IV y que las convierte en puente entre Europa y la región oriental del antiguo Imperio Persa ); Hersones, ciudad de marcada tradición cristiana. El Gran Cañón de Crimea impresiona por su belleza, sus acantilados, las corrientes de agua que forman numerosos baños naturales en los que la temperatura del agua no supera los 13 grados: ¡ Es sanísimo !.

Entre las principales maravillas naturales también destacan las cuevas de las montañas de Crimea. De las 900 cuevas de la península, las consideradas más famosas son: la Cueva de Mármol, la Cueva de Emine-Bair-khosar, Skelskaya cerca de Sevastopol, Bolshoy Buzluk en Karaby-yayl y la más grande, Kizil-Koba o Roja que forma lagos subterráneos de aguas cristalinas y cascadas fantásticas exóticas. Los escritores e intelectuales rusos y paneslavos, atribuyeron siempre con razón y gran amor hacia sus hermanos eslavos, el altruismo de la nación rusa a su fe cristiana ortodoxa.

El gran novelista y profundo conocedor de la psicología social del pueblo ruso, Fiodor Dostoievsky, irterpretó el altruismo ruso como una obligación de liberar a los pueblos eslavos de todo régimen extranjero, entiéndase no cristiano, incluso desafiando la oposición de toda la Europa occidental aliada con los otomanos turcos, si era necesario. Durante la campaña rusa de 1877 en los balcanes, Dostoievsky escribió: " Preguntad al pueblo, preguntad al soldado: ¿ por qué se han levantado ? ¿ Por qué van a la guerra y qué esperan de ella ?. Os dirán, como un sólo hombre, que van para servir a Cristo y para liberar a sus hermanos oprimidos. Velaremos por su armonía mutua y protegeremos su libertad e independencia, así fuese contra toda Europa ".

En esos momentos, Rusia, en contraste con los Estados de la Europa occidental, no se consideraba una nación sino una causa, más allá de la geopolítica, impelida por la Fe en Cristo Jesús, el Único Señor. Dostoievsky no limitó el papel de Rusia a liberar a sus hermanos eslavos pues incluyó velar por su armonía, responsabilidad mayor que sólo podía conseguirse por la voluntad de Dios. Para el ensayista e intelectual Katkov, Rusia era la Tercera Roma: " El zar ruso es más que el heredero de sus antepasados, es el sucesor de los césares de la Roma de Oriente, de los organizadores de la Iglesia y de sus Concilios, que establecieron el Credo mismo de la Fe Cristiana. Con la caída del Imperio Romano de Oriente surgió Moscú, y comenzó la grandeza de Rusia ".

La paradoja de la Historia de Rusia, entre el impulso mesiánico y el omnipresente sentido de inseguridad, es la misma paradoja en la que se encontró España en su etapa imperial, y en definitiva es la paradoja de la Historia de la Humanidad, Historia del Auge y Caída de las potencias mundiales: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma, y ésta continuará, así como los diferentes " reinos " surgidos de ella desde entonces, como nos recuerda el libro bíblico del Profeta Daniel en su capítulo 2º, hasta el " tiempo del fin ", con la Vuelta de nuestro Señor Jesucristo, el mismo Señor que hizo grande Rusia y a sus Tzares y que ahora, tras la larga y oscura noche del cominismo soviético, se esfuerza en seguir en medio de este mundo apartado de Jesucristo, como lo demuestran sus políticas contra la Ideología de Género, el Lobby LGTB, el Islamismo y a favor de la familia, la vida y la dignidad humana.

¡ Que Dios, por medio de Jesucristo, se lo pague a todo el Pueblo Ruso, no sólo con Crimea y Ucrania, ambas históricamente parte de Rusia, sino con el agradecimiento del resto de Europa, la Cristiandad, y finalmente con el Reino Eterno, " así en la Tierra como en el Cielo ". Amén !.

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