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Diario YA


 

Editorial: "En Génova 13"

Sería lamentable que al pasar dentro de algunos años por el número 13 de la madrileña calle Génova, en lugar de estar la sede de un partido político hubiera una pizzería. Para que eso pudiera suceder, sólo hace falta que el PP siga mostrando la misma miopía que hasta el momento, que siga reinando en su seno el desconcierto y la improvisación, que continúe sin tener una estrategia de comunicación lógica y que su actual líder, Mariano Rajoy, decida seguir, como hasta ahora, metiendo la cabeza bajo tierra cada vez que tiene que dar un buen puñetazo en la mesa. “Pizzería Génova” no está tan lejos.

Veamos: ¿cuál es la región española donde el Partido Popular tiene mayor fortaleza, dónde gana con mayoría absoluta sin despeinarse, dónde gobierna cómodamente sin que los socialistas apenas tengan presencia pública? Es evidente que en Madrid. Ergo, ¿en qué región española centrará la izquierda política y mediática sus esfuerzos por ensuciar la imagen y el prestigio de las instituciones públicas? ¡Premio para el que nos lo diga! Pues esto, que es evidente para cualquiera que posea cerebro dentro del cráneo parece que no termina de ser entendido por los dirigentes populares a tenor del inexplicable comportamiento que muestran en determinadas circunstancias.

La trama de espionaje de la que viene informando El País con evidente intención de hacer sangre en el PP es el último ejemplo de cómo NO gestionar una crisis interna. Mientras el presidente guarda silencio y deja que sus mejores bazas electorales se destrocen mutuamente, cada cual hace la guerra por su cuenta, nadie coordina las declaraciones ante la prensa, transmitiendo a la opinión pública la sensación de que “cuando todos están tan nerviosos, es que algo habrá de cierto en la denuncia”. Es decir, el PP en Madrid se hace la oposición a sí mismo. El PSOE sestea y recoge los frutos…, quizá no ahora, pero sí muy probablemente en los próximos comicios.

¿Tanto trabajo cuesta llamar al orden a Aguirre y a Gallardón, tomar una decisión que acabe definitivamente con sus diferencias políticas y personales, recordarles que se deben al partido por el cual se presentan cada cuatro años ante los electores, en resumen, ejercer el liderazgo que uno ha asumido?, ¿es lógico que cada dos meses surja un nuevo conflicto, una nueva polémica, cuando no es un libro es un cruce de acusaciones, y cuando no son espionajes son aspiraciones de poder coincidentes? Lo peor para el PP no será perder Madrid; será comprender que el PSOE no ha movido un dedo para ganarlo.

Un país serio necesita un partido de la oposición fuerte, creíble e íntegro. Un partido con la mandíbula lo bastante dura como para que una portada de prensa no cause el menor daño. ¿Qué podemos esperar, de cara al Gobierno de la nación, de un partido en el que la publicación de una noticia provoca este terremoto interno, con acusaciones, insinuaciones, desmentidos y puñaladas fraternas de todo tipo? Esto, señores, no es serio. Y ya son muchos los errores de bulto que se acumulan en el 13 de la calle Génova.

Viernes, 23 de enero de 2009.

 

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