Principal

Diario YA


 

“Por lo menos son ladrones de aquí…”

La Cataluña normal

Manuel Parra Celaya. Temo que hoy voy a defraudar a los lectores habituales de mis líneas semanales, porque no trataré en ellas del fraude tributario de Jordi Pujol, y ello por dos motivos: el primero es que nunca me ha gustado hozar en la porquería; el segundo, porque estoy seguro de que la noticia no va a servir para convencer a ningún forofo del “derecho a decidir” y cosas así; ya tienen preparada, de antemano, como si fuera un  amuleto, la respuesta: “Por lo menos son ladrones de aquí…”

“¡Dios no puede desamparar a España!”

Nosotros también PODEMOS

Manuel Parra Celaya. El éxito de “Podemos” en las elecciones europeas ha alborozado a un sector de la izquierda, excepto al PSOE, que suele llamar a “su” Pablo Iglesias “el bueno”, con notoria intención, y que coincide con sus adversarios del PP en el susto por si se acaba el “turno” bipartidista en esta Segunda Restauración –y las consiguientes cacicadas- del mismo modo que terminó en la Primera. Al resto de los españoles –y a muchísimos europeos- no les ha alborozado nada, pero sí les ha sorprendido el auge de este nuevo populismo.

Al parecer, el acto ya se celebró en los locales de "Caixa Fórum"

El silencio de los pastores

Manuel Parra Celaya. Hace un par de semanas me hacía eco ante los lectores de DIARIO YA de que se preparaba un curioso acto masivo de “entidades eclesiásticas en favor del derecho a decidir” –esto es, del separatismo- y al que yo confería, dentro de su carácter anecdótico y nada sorprendente para quienes somos catalanes y conocemos el percal, la categoría de incitación a crear un cisma religioso en una sociedad que ya viene experimentando los efectos de una ruptura social.
SUBLIMINAR LA VERGÜENZA

No entretenemos nuestros ocios en diseñar modelos de Ejército propio

Manuel Parra Celaya. Oigan, de verdad, que los catalanes no somos así; mejor dicho, una gran parte de los catalanes no entretenemos nuestros ocios en diseñar modelos de Ejército propio, en calcular el número de fragatas para una hipotética Marina o en formar pilotos de Aviación, para efendernos de Madrit o para conquistar manu militari els paissos catalans díscolos a la obediencia del generalísimo Artur Mas.
La actualidad del latinajo se debe a Artur Mas, empeñado en segregar una parte de España con el voto de una población, adoctrinada durante más de 30 años

Referéndums

Manuel Parra Celaya. El origen latino de la palabra está ya en el olvido; sin asomo alguno de pedantería, recordaré que es la abreviación de ad referéndum, que significa para consultar y equivale a plebiscito. Por mucho que pese, la palabreja la puso de moda Francisco Franco, a lo largo de su larga marcha hacia la monarquía, quien convocó dos de ellos, si la memoria no me falla.
Digámoslo sin ambages: uno de los pilares del separatismo ha sido un sector importante del clero -algunas jerarquías incluidas- y de los movimientos eclesiales en Cataluña

El riesgo inminente de un cisma

Manuel Parra Celaya. No me es posible decir aquello tan manido de que me negaba a dar crédito a la noticia, pues, por desgracia, tiene todos los visos de verosimilitud y del tema puede dar fe la experiencia de muchos católicos catalanes.
no creo que en la España de hoy exista una verdadera “conciencia republicana”

¿Conciencia republicana?

Manuel Parra Celaya. ¿Una nueva República? En modo alguno. Las banderas tricolores, con la franja morada inferior (producto de una confusión por la decoloración histórica de la bandera castellana “comunera”) decían bien a las claras que se trataba de una “operación retorno”, de “reinventar” la II República española.

Al nacionalismo catalán, le ha salido un grano en el mismísimo trasero

Sobre la batalla de Barcelona

Manuel Parra Celaya. Al nacionalismo catalán, encaramado en la Generalidad y en el Ayuntamiento de Barcelona, le ha salido un grano en el mismísimo trasero, cuyo escozor es patente a lo largo de las cinco largas noches en que se viene desarrollando la guerrilla urbana de los “okupas” desalojados de Can Víes y sus correspondientes refuerzos de allende las “fronteras” del Ebro y de los Pirineos contra la policía autonómica, las sucursales bancarias y comercios, el mobiliario urbano y, no lo olvidemos, alguna que otra sede de Convergencia y Unión.

EL FANTASMA DE LA VIOLENCIA

Manuel Parra Celaya. “La violencia es la razón exasperada”, dejó dicho Ortega en su época. ¿Se debe a la razón la violencia que parece crecer, día a día, en la España de 2014, entre cuestiones supuestamente personales, “escraches” y asonadas callejeras? Más aun, ¿se debe a la exasperación -que implica espontaneidad- por las medidas restrictivas ante la crisis? Mi respuesta es negativa en los dos casos.

PALABRAS, PALABRAS, PALABRAS…

Manuel Parra Celaya. El pasado sábado fui testigo sorprendido de una pequeña manifestación en Barcelona de un grupo de, al parecer, nigerianos, que clamaban, entre eslóganes y cánticos, por las más de doscientas niñas de su nacionalidad a quienes el llamado por la prensa “sector radical” Boro Haram secuestró de su colegio en la localidad de Chibok.